Löydetty 26 Tulokset: Ramot

  • para los rubenitas, Beser, en el desierto, en la meseta; para los gaditas, Ramot, en Galaad; y para los manasitas, Golán, en Basán. (Deuteronomio 4, 43)

  • En Transjordania, al este de Jericó, en la meseta del desierto: Béser, de la tribu de Rubén; Ramot Galaad, de la tribu de Gad, y Golán-Basán, de la tribu de Manasés. (Josué 20, 8)

  • De la tribu de Gad, como ciudades de refugio para los homicidas: Ramot, Galaad, Majanayín, (Josué 21, 38)

  • Ben Guéber, en Ramot Galaad; tenía las aldeas de Yaír, hijo de Manasés, situadas en Galaad, y la región de Argob, en el Basán: sesenta grandes ciudades amuralladas y con cerrojos de bronce; (I Reyes 4, 13)

  • el cual dijo a sus servidores: "Sabéis bien que Ramot de Galaad nos pertenece, y, no obstante, nosotros estamos con los brazos cruzados sin quitársela al rey de Siria". (I Reyes 22, 3)

  • Y propuso a Josafat: "¿Quieres venir conmigo a atacar a Ramot de Galaad?". Josafat le respondió: "Tú y yo, tu pueblo y mi pueblo, tu caballería y mi caballería son una misma cosa". (I Reyes 22, 4)

  • Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, cuatrocientos, y les dijo: "¿Debo atacar a Ramot de Galaad, o no?". Respondieron: "Atácala, porque el Señor la pondrá en tus manos". (I Reyes 22, 6)

  • Y todos los profetas profetizaban de la misma manera: "Ataca a Ramot de Galaad y triunfarás, pues el Señor la pondrá en tus manos". (I Reyes 22, 12)

  • Se presentó al rey, y el rey le dijo: "Miqueas, ¿debemos atacar a Ramot de Galaad, o no?". Él respondió: "Atácala y triunfarás, pues el Señor la pondrá en tus manos". (I Reyes 22, 15)

  • Y el Señor decía: ¿Quién seducirá a Ajab, para que vaya y muera en Ramot de Galaad? Y uno proponía una cosa y otro otra. (I Reyes 22, 20)

  • El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, fueron a atacar a Ramot de Galaad. (I Reyes 22, 29)

  • Fue con Jorán, hijo de Ajab, a luchar contra Jazael, rey de Siria, en Ramot de Galaad, donde cayó herido Jorán, (II Reyes 8, 28)


“Lembre-se de que os santos foram sempre criticados pelas pessoas deste mundo, e puseram sob seus pés o mundo e as suas máximas .” São Padre Pio de Pietrelcina