Löydetty 92 Tulokset: Ganados

  • Dios dijo: "Produzca la tierra animales vivientes según su especie: ganados, reptiles y bestias salvajes según su especie". Y así fue. (Génesis 1, 24)

  • Dios hizo las bestias de la tierra, los ganados y los reptiles campestres, cada uno según su especie. Vio Dios que esto estaba bien. (Génesis 1, 25)

  • Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Domine sobre los peces del mar, las aves del cielo, los ganados, las fieras campestres y los reptiles de la tierra". (Génesis 1, 26)

  • El hombre impuso nombre a todos los ganados, a todas las aves del cielo y a todas las bestias del campo; pero para sí mismo no encontró una ayuda apropiada. (Génesis 2, 20)

  • El Señor Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los ganados y entre todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás del polvo de la tierra todos los días de tu vida. (Génesis 3, 14)

  • Y con ellos, todas las especies de bestias salvajes, ganados, reptiles y aves. (Génesis 7, 14)

  • Perecieron todos los seres vivientes que se mueven en la tierra, aves, ganados, bestias salvajes y toda la humanidad; (Génesis 7, 21)

  • Dios se acordó de Noé y de todas las bestias y ganados que estaban con él en el arca. Hizo pasar un viento sobre la tierra, y bajaron las aguas. (Génesis 8, 1)

  • Saca también todos los animales que están contigo: aves, ganados y reptiles: que llenen la tierra, que crezcan y que se multipliquen sobre ella". (Génesis 8, 17)

  • Y todas las bestias salvajes, los ganados, las aves y los reptiles salieron también del arca por especies. (Génesis 8, 19)

  • y con todos los seres vivientes que hay entre vosotros: aves, ganados, bestias del campo, todos los animales que salieron con vosotros del arca. (Génesis 9, 10)

  • Abrán se había hecho muy rico en ganados, plata y oro. (Génesis 13, 2)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina