Löydetty 111 Tulokset: tropas

  • Entonces Trifón, antiguo partidario de Alejandro, al ver que todas las tropas murmuraban contra Demetrio, se fue donde el árabe Yamlikú que criaba al niño Antíoco, hijo de Alejandro, (I Macabeos 11, 39)

  • y le instaba a que se lo entregase para ponerlo en el trono de su padre. Le puso al corriente de toda la actuación de Demetrio y del odio que le tenían sus tropas. Permaneció allí muchos días. (I Macabeos 11, 40)

  • Pero ahora harás bien en enviarme hombres en mi auxilio, pues todas mis tropas me han abandonado.» (I Macabeos 11, 43)

  • Todas las tropas que Demetrio había licenciado se unieron a él y salieron a luchar contra Demetrio, le derrotaron y le pusieron en fuga. (I Macabeos 11, 55)

  • Jonatán salió a recorrer la Transeufratina y sus ciudades, y todas las tropas de Siria se le unieron como aliadas. Llegó a Ascalón y los habitantes de la ciudad le salieron a recibir con muchos honores. (I Macabeos 11, 60)

  • Le recibió con honores, le presentó a todos sus amigos, le hizo regalos y dio orden a sus amigos y a sus tropas que le obedeciesen como a él mismo. (I Macabeos 12, 43)

  • Le creyó Jonatán y obró como le decía: despachó sus tropas, que partieron para el país de Judá, (I Macabeos 12, 46)

  • Envió Trifón tropas y caballería a Galilea y a la Gran Llanura para acabar con todos los partidarios de Jonatán, (I Macabeos 12, 49)

  • Por aquellos días puso cerco Simón a Gázara y la rodeó con sus tropas. Construyó una torre móvil que acercó a la ciudad y abriendo brecha en un baluarte, lo tomó. (I Macabeos 13, 43)

  • Pero entonces se levantó Simón para combatir por su nación y gastó mucha hacienda propia en armar las tropas de su nación y pagarles la soldada. (I Macabeos 14, 32)

  • El año 174 partió Antíoco para el país de sus padres y todas las tropas se pasaron a él de modo que pocos quedaron con Trifón. (I Macabeos 15, 10)

  • porque veía que las desgracias se abatían sobre él y se encontraba abandonado de sus tropas. (I Macabeos 15, 12)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina