Löydetty 373 Tulokset: siervo

  • Pablo, siervo de Cristo Jesús, apóstol por vocación, escogido para el Evangelio de Dios, (Romanos 1, 1)

  • Porque ¿busco yo ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O es que intento agradar a los hombres? Si todavía tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo. (Gálatas 1, 10)

  • Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; (Filipenses 2, 7)

  • Os saluda Epafras, vuestro compatriota, siervo de Cristo Jesús, que se esfuerza siempre a favor vuestro en sus oraciones, para que os mantengáis perfectos cumplidores de toda voluntad divina. (Colosenses 4, 12)

  • Y a un siervo del Señor no le conviene altercar, sino ser amable, con todos, pronto a enseñar, sufrido, (II Timoteo 2, 24)

  • Pablo, siervo de Dios, apóstol de Jesucristo para llevar a los escogidos de Dios a la fe y al pleno conocimiento de la verdad que es conforme a la piedad, (Tito 1, 1)

  • Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de la Dispersión. (Santiago 1, 1)

  • Simeón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo les ha cabido en suerte una fe tan preciosa como la nuestra. (II Pedro 1, 1)

  • Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago, a los que han sido llamados, amados de Dios Padre y guardados para Jesucristo. (Judas 1, 1)

  • Revelación de Jesucristo; se la concedió Dios para manifestar a sus siervos lo que ha de suceder pronto; y envió a su Angel para dársela a conocer a su siervo Juan, (Apocalipsis 1, 1)

  • Y cantan el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: «Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios Todopoderoso; justos y verdaderos tus caminos, ¡oh Rey de las naciones! (Apocalipsis 15, 3)

  • Entonces me postré a sus pies para adorarle, pero él me dice: «No, cuidado; yo soy un siervo como tú y como tus hermanos que mantienen el testimonio de Jesús. A Dios tienes que adorar.» El testimonio de Jesús es el espíritu de profecía. (Apocalipsis 19, 10)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina