Löydetty 486 Tulokset: sacerdote

  • El sacerdote examinará la mancha y encerrará el objeto manchado durante siete días. (Levítico 13, 50)

  • Al séptimo, el sacerdote examinará la mancha y si se ha extendido por el vestido, tejido, cobertor, piel o por un objeto de cuero, es un caso de lepra maligna y el objeto es impuro. (Levítico 13, 51)

  • Pero si el sacerdote ve que no se ha extendido la mancha por el vestido, tejido, cobertor o el objeto de cuero, (Levítico 13, 53)

  • Si el sacerdote ve que la mancha, después de haber sido lavada, no ha mudado de aspecto, aunque la mancha no se haya extendido, el objeto es impuro; lo entregarás al fuego: es una infección por la cara y el envés. (Levítico 13, 55)

  • Pero si el sacerdote ve que la parte manchada, después de lavada, ha perdido color, la rasgará del vestido, del cuero, del tejido o del cobertor. (Levítico 13, 56)

  • Esta es la ley que ha de aplicarse al leproso en el día de su purificacíon. Se le conducirá al sacerdote, (Levítico 14, 2)

  • y el sacerdote saldrá fuera del campamento; si, tras de haberlo examinado, comprueba que el leproso está ya curado de la llaga de lepra, (Levítico 14, 3)

  • el sacerdote mandará traer para el que ha de ser purificado dos pájaros vivos y puros, madera de cedro, púrpura escarlata e hisopo. (Levítico 14, 4)

  • El sacerdote que hace la purificación presentará ante Yahveh, junto con todas esas cosas, al hombre que ha de purificarse, a la entrada de la Tienda del Encuentro. (Levítico 14, 11)

  • El sacerdote tomará uno de los corderos para ofrecerlo como sacrificio de reparación, además del cuartillo de aceite, y lo mecerá como ofrenda ante Yahveh. (Levítico 14, 12)

  • Luego inmolará el cordero en el lugar donde se inmola el sacrificio por el pecado y el holocausto, en lugar sagrado; porque, tanto en el sacrificio por el pecado como en el sacrificio de reparación, la víctima pertenece al sacerdote; es cosa sacratísima. (Levítico 14, 13)

  • Después el sacerdote tomará sangre de la víctima de reparación y mojará el lóbulo de la oreja derecha del que se está purificando, el pulgar de su mano derecha y el de su pie derecho. (Levítico 14, 14)


“Submeter-se não significa ser escravo, mas ser livre para receber santos conselhos.” São Padre Pio de Pietrelcina