Löydetty 63 Tulokset: prodigios

  • Pero yo extenderé mi mano y heriré a Egipto con toda suerte de prodigios que obraré en medio de ellos y después os dejará salir.» (Exodo 3, 20)

  • Y dijo Yahveh a Moisés: «Cuando vuelvas a Egipto, harás delante de Faraón todos los prodigios que yo he puesto en tu mano; yo, por mi parte, endureceré su corazón, y no dejará salir al pueblo. (Exodo 4, 21)

  • Yo, por mi parte, endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré mis señales y mis prodigios en el país de Egipto. (Exodo 7, 3)

  • Y dijo Yahveh a Moisés: «no os escuchará Faraón, para que así pueda yo multiplicar mis prodigios en la tierra de Egipto.» (Exodo 11, 9)

  • Moisés y Aarón obraron todos estos prodigios ante Faraón; pero Yahveh endureció el corazón de Faraón, que no dejó salir de su país a los israelitas. (Exodo 11, 10)

  • ¿Quién como tú, Yahveh, entre los dioses? ¿Quién como tú, glorioso en santidad, terrible en prodigios, autor de maravillas? (Exodo 15, 11)

  • ¿Algún dios intentó jamás venir a buscarse una nación de en medio de otra nación por medio de pruebas, señales, prodigios y guerra, con mano fuerte y tenso brazo, por grandes terrores, como todo lo que Yahveh vuestro Dios hizo con vosotros, a vuestros mismos ojos, en Egipto? (Deuteronomio 4, 34)

  • Yahveh realizó a nuestros propios ojos señales y prodigios grandes y terribles en Egipto, contre Faraón y toda su casa. (Deuteronomio 6, 22)

  • de las grandes pruebas que tus ojos vieron, las señales y prodigios, la mano fuerte y el tenso brazo con que Yahveh tu Dios te sacó. Lo mismo hará Yahveh tu Dios con todos los pueblos a los que temes. (Deuteronomio 7, 19)

  • y Yahveh nos sacó de Egipto con mano fuerte y tenso brazo en medio de gran terror, señales y prodigios. (Deuteronomio 26, 8)

  • las grandes pruebas que tus mismos ojos vieron, aquellas señales, aquellos grandes prodigios. (Deuteronomio 29, 2)

  • nadie como él en todas las señales y prodigios que Yahveh le envió a realizar en el país de Egipto, contra Faraón, todos sus siervos y todo su país, (Deuteronomio 34, 11)


“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina