Löydetty 28 Tulokset: ofrece

  • Aunque ve que el reposo es bueno, y que el suelo es agradable, ofrece su lomo a la carga y termina sometiéndose al trabajo. (Génesis 49, 15)

  • El que ofrece sacrificios a otros dioses, será entregado al anatema. (Exodo 22, 19)

  • Si su ofrenda es un sacrificio de comunión, si lo que ofrece es vacuno, macho o hembra, ofrecerá ante Yahveh una res sin defecto. (Levítico 3, 1)

  • Si ofrece como ofrenda un cordero, lo prensentará ante Yahveh, (Levítico 3, 7)

  • La comerá el sacerdote que ofrece la víctima por el pecado. Será comida en lugar santo, en el atrio de la Tienda del Encuentro. (Levítico 6, 19)

  • El sacerdote que ofrece el holocausto de una persona se quedará con la piel de la víctima que le han ofrecido. (Levítico 7, 8)

  • También toda oblación cocida al horno y toda la preparada en cazuela o en sartén pertenece al sacerdote que la ofrece; (Levítico 7, 9)

  • Esta es la ley del sacrificio de comunión que se ofrece a Yahveh: (Levítico 7, 11)

  • Si se ofrece en alabanza, se ofrecerán, juntamente con el sacrificio de alabanza, panes ázimos amasados con aceite, tortas ázimas untadas de aceite y tortas de flor de harina amasadas con aceite. (Levítico 7, 12)

  • Si se ofrece la víctima en cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria, se comerá el mismo día en que ha sido ofrecida, y lo que sobre deberá comerse al día siguiente. (Levítico 7, 16)

  • Después Moisés dijo a Aarón: «Acércate al altar, ofrece tu sacrificio por el pecado y tu holocausto, y haz la expiación por ti mismo y por tu casa; presenta también la ofrenda del pueblo y haz la expiación por ellos, como Yahveh lo ha prescrito.» (Levítico 9, 7)

  • Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas y diles: Si alguno de la casa de Israel, o de los forasteros residentes en Israel, en cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria, presenta una ofrenda que como holocausto ofrece a Yahveh (Levítico 22, 18)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina