Löydetty 66 Tulokset: diga
Tau. ¡La alabanza de Yahveh diga mi boca, y toda carne bendiga su nombre sacrosanto, para siempre jamás! (Salmos 145, 21)
no sea que llegue a hartarme y reniegue, y diga: «¿Quién es Yahveh?». o no sea que, siendo pobre, me dé al robo, e injurie el nombre de mi Dios. (Proverbios 30, 9)
Si algo hay de que se diga: «Mira, eso sí que es nuevo», aun eso ya sucedía en los siglos que nos precedieron. (Eclesiastés 1, 10)
fui viendo que el ser humano no puede descubrir todas las obras de Dios, las obras que se realizan bajo el sol. Por más que se afane el hombre en buscar, nada descubre, y el mismo sabio, aunque diga saberlo, no es capaz de descubrirlo. (Eclesiastés 8, 17)
y te diga: «Bueno es tu camino», quedándose enfrente para ver qué te sucede. (Eclesiástico 37, 9)
¡Qué error el vuestro! ¿Es el alfarero como la arcilla, para que diga la obra a su hacedor: «No me ha hecho», y la vasija diga de su alfarero: «No entiende el oficio?» (Isaías 29, 16)
¿Quién como yo? Que se levante y hable. Que lo anuncie y argumente contra mí; desde que fundé un pueblo eterno, cuanto sucede, que lo diga, y las cosas del futuro, que las revele. (Isaías 44, 7)
Que el extranjero que se adhiera a Yahveh, no diga: «¡De cierto que Yahveh me separará de su pueblo!» No diga el eunuco: «Soy un árbol seco.» (Isaías 56, 3)
¿Quién es el sabio?, pues que entienda esto; a quién ha hablado la boca de Yahveh?, pues que lo diga; ¿por qué el país se ha perdido, incendiado como el desierto donde no pasa nadie? (Jeremías 9, 11)
«Préndele y tenle a la vista; y no le hagas daño alguno, antes harás con él lo que él mismo te diga.» (Jeremías 39, 12)
que os estáis engañando a vosotros mismos, pues que vosotros me habéis enviado a vuestro Dios Yahveh diciendo: "Ruega por nosotros a nuestro Dios Yahveh, y cuanto diga nuestro Dios Yahveh nos lo declaras, que lo haremos." (Jeremías 42, 20)
Empero, oíd la palabra de Yahveh, todo Judá, los que vivís en Egipto. Mirad que yo he jurado por mi gran Nombre - dice Yahveh - que no será más mi Nombre pronunciado por boca de ninguno de Judá que diga: "¡Por vida del Señor Yahveh!" en toda la tierra de Egipto. (Jeremías 44, 26)
