Löydetty 312 Tulokset: montaña

  • Estos son los preceptos, las leyes y las instrucciones que el Señor estableció entre él y los israelitas sobre la montaña del Sinaí, por intermedio de Moisés. (Levítico 26, 46)

  • Estos son los mandamientos que el Señor dio a Moisés para los israelitas sobre la montaña del Sinaí. (Levítico 27, 34)

  • Esta era la descendencia de Aarón y de Moisés, cuando el Señor habló a Moisés sobre la montaña del Sinaí: (Números 3, 1)

  • Ellos partieron de la montaña del Señor y recorrieron un camino de tres días. Durante todo ese tiempo, el Arca de la Alianza del Señor avanzó al frente de ellos, para buscarles un lugar donde hacer un alto. (Números 10, 33)

  • Y a la madrugada del día siguiente subieron a la parte más alta de la montaña, diciendo: "Estamos preparados para ir al lugar que el Señor ha indicado, porque en realidad estábamos en un error". (Números 14, 40)

  • Pero ellos se obstinaron en subir a la cima de la montaña, a pesar de que ni el Arca de la Alianza del Señor ni Moisés se movieron del campamento. (Números 14, 44)

  • Luego Moisés quitó las vestiduras a Aarón y se las puso a su hijo Eleazar. Aarón murió en la cima de la montaña. Cuando Moisés y Eleazar bajaron de la montaña, (Números 20, 28)

  • Luego el Señor dijo a Moisés: "Sube a esta montaña de los Abarím y contempla la tierra que he dado a los israelitas. (Números 27, 12)

  • Este es el holocausto perpetuo que fue ofrecido en la montaña del Sinaí, como ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor. (Números 28, 6)

  • El Señor, nuestro Dios, nos habló en el Horeb en estos términos: "Ya han estado bastante tiempo en esta montaña. (Deuteronomio 1, 6)

  • Den vuelta y pónganse en camino, para ir a la montaña de los amorreos y a todas las regiones vecinas: La Arabá, la Montaña, la Sefelá, el Négueb y la costa marítima -es decir, la tierra de Canaán- y el Líbano, hasta el Gran Río, el río Éufrates. (Deuteronomio 1, 7)

  • Después partimos del Horeb, y comenzamos a recorrer el desierto inmenso y temible que ustedes han visto. Íbamos hacia la montaña de los amorreos, como el Señor, nuestro Dios, nos lo había ordenado, y llegamos a Cades Barné. (Deuteronomio 1, 19)


“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina