Löydetty 154 Tulokset: hambre

  • Entonces hubo hambre en aquella región, y Abrám bajó a Egipto para establecerse allí por un tiempo, porque el hambre acosaba al país. (Génesis 12, 10)

  • Luego, aquella región volvió a padecer hambre -aparte de la que había padecido anteriormente, en tiempos de Abraham- e Isaac se fue a Guerar, donde estaba Abimélec, el rey de los filisteos. (Génesis 26, 1)

  • Y las siete vacas escuálidas y feas que subieron después de ellas son siete años, lo mismo que las siete espigas sin grano y quemadas por el viento del este. Estos serán siete años de hambre. (Génesis 41, 27)

  • Pero inmediatamente después, sobrevendrán siete años de hambre, durante los cuales en Egipto no quedará ni el recuerdo de aquella abundancia, porque el hambre asolará al país. (Génesis 41, 30)

  • Entonces nadie sabrá lo que es la abundancia, a causa del hambre, que será muy intensa. (Génesis 41, 31)

  • Así el país tendrá una reserva de alimentos para los siete años de hambre que vendrán sobre Egipto, y no morirá de inanición". (Génesis 41, 36)

  • Antes que comenzaran los años de hambre, José tuvo dos hijos, que le dio Asnat, la hija de Potifera, el sacerdote de On. (Génesis 41, 50)

  • y comenzaron los siete años de hambre, como José lo había anticipado. En todos los países se sufría hambre, pero en Egipto había alimentos. (Génesis 41, 54)

  • Cuando también los egipcios y el pueblo sintieron hambre, y el pueblo pidió a gritos al Faraón que le diera de comer, este respondió: "Vayan a ver a José y hagan lo que él les diga". (Génesis 41, 55)

  • Como el hambre se había extendido por todo el país, José abrió los graneros y distribuyó raciones a los egipcios, ya que el hambre se hacía cada vez más intensa. (Génesis 41, 56)

  • Y de todas partes iban a Egipto a comprar cereales a José, porque el hambre asolaba toda la tierra. (Génesis 41, 57)

  • Así llegaron los hijos de Israel en medio de otra gente que también iba a procurarse víveres, porque en Canaán se pasaba hambre. (Génesis 42, 5)


“Seja modesto no olhar.” São Padre Pio de Pietrelcina