Löydetty 54 Tulokset: dones

  • Instruye a Aarón y a sus hijos, para que tengan mucho cuidado con los dones sagrados que me consagran los israelitas, no sea que profanen mi santo Nombre. Yo soy el Señor. (Levítico 22, 2)

  • Por eso, diles lo siguiente: Si alguno de sus descendientes, en cualquier generación, participa en estado de impureza de los dones sagrados que los israelitas consagran al Señor, será excluido de mi presencia. Yo soy el Señor. (Levítico 22, 3)

  • Ningún descendiente de Aarón que sea leproso o padezca de blenorrea, podrá comer de los dones sagrados hasta que quede purificado. Si alguien toca lo que se ha vuelto impuro a causa de un cadáver, o si tiene una eyaculación, (Levítico 22, 4)

  • Los sacerdotes no permitirán que los israelitas profanen los dones sagrados que ellos reservan para el Señor, (Levítico 22, 15)

  • o que carguen con un pecado que exige una reparación, por comer esos dones sagrados. Porque yo soy el Señor, que los santifico. (Levítico 22, 16)

  • además de los sábados del Señor, y de los dones, las ofrendas votivas y las ofrendas voluntarias que ustedes ofrezcan al Señor. (Levítico 23, 38)

  • Y cualquier ofrenda de dones sagrados que los israelitas presenten al sacerdote, será para él. (Números 5, 9)

  • Cada sacerdote podrá disponer de sus propios dones sagrados: cada uno guardará para él lo que reciba. (Números 5, 10)

  • El Señor dijo a Aarón: Yo te encomiendo el cuidado de mis ofrendas, es decir, de los dones sagrados de los israelitas. Te entrego todo eso, a ti y a tus hijos, como algo que les es debido, como un derecho irrevocable. (Números 18, 8)

  • Tú participarás de los dones más santos. Sólo los varones podrán comerlos y deberás tratarlos como algo sagrado. (Números 18, 10)

  • De los dones que reciban, reservarán las ofrendas debidas al Señor: la mejor porción de cada cosa, o sea, la parte que debe ser consagrada. (Números 18, 29)

  • Así, si ustedes reservan la mejor parte, no cargarán con un pecado, no profanarán los dones sagrados de los israelitas ni morirán. (Números 18, 32)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina