Löydetty 42 Tulokset: dirá

  • No hay magia en Jacob ni adivinación en Israel: a su debido tiempo se le dirá a Jacob y a Israel lo que hace Dios. (Números 23, 23)

  • De lo contrario, se dirá en el país de donde nos hiciste salir: ‘El Señor es impotente para introducirlos en la tierra que les había prometido, y por el odio que les tiene, los sacó para hacerlos morir en el desierto’. (Deuteronomio 9, 28)

  • Por eso, suscitaré entre sus hermanos un profeta semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él dirá todo lo que yo le ordene. (Deuteronomio 18, 18)

  • El padre de la joven dirá a los ancianos: "Yo entregué mi hija a este hombre para que fuera su esposa, pero él le ha tomado aversión (Deuteronomio 22, 16)

  • Pero si el cuñado se niega a tomarla por esposa, ella subirá a la puerta de la ciudad donde están los ancianos, y dirá: "Mi cuñado se niega a perpetuar en Israel el nombre de su hermano; y no está dispuesto a cumplir en mi favor sus deberes de cuñado". (Deuteronomio 25, 7)

  • su cuñada se acercará a él en presencia de los ancianos, le quitará la sandalia del pie, lo escupirá en la cara y le dirá: "Así se debe obrar con el hombre que no edifica la casa de su hermano". (Deuteronomio 25, 9)

  • él dirá: ¿Dónde están sus dioses, la roca donde buscaron un refugio (Deuteronomio 32, 37)

  • Seguro que ahora está escondido en una quebrada o en cualquier otra parte. Y si al comienzo caen algunos de los nuestros, el que se entere dirá: ‘Ha habido un desastre entre los secuaces de Absalón’. (II Samuel 17, 9)

  • Él me dirá: ‘Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora’. (Salmos 89, 27)

  • Razonar con un necio es razonar con un somnoliento: al final dirá: "¿De qué se trata?". (Eclesiástico 22, 10)

  • Entonces un hombre agarrará a su hermano en la casa de su padre, y le dirá: "Tú tienes un manto, sé nuestro jefe; que este montón de ruinas esté bajo tu mando". (Isaías 3, 6)

  • Y se dirá en aquel día: "Ahí está nuestro Dios, de quien esperábamos la salvación: es el Señor, en quien nosotros esperábamos; ¡alegrémonos y regocijémonos de su salvación!". (Isaías 25, 9)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina