Löydetty 18 Tulokset: barba

  • Al séptimo día se afeitará todo el pelo -el cabello, la barba, las cejas y todo el resto del pelo- volverá a lavar su ropa, bañará su cuerpo con agua, y quedará puro. (Levítico 14, 9)

  • No se cortarán el borde de la cabellera en forma de círculo, ni cortarás el borde de tu barba. (Levítico 19, 27)

  • Los sacerdotes no se raparán la cabeza, ni se cortarán los bordes de la barba, ni se harán incisiones en el cuerpo. (Levítico 21, 5)

  • Entonces se hizo pasar por loco públicamente y se puso a divagar delante de ellos: arañaba las puertas y dejaba correr la saliva por su barba. (I Samuel 21, 14)

  • Entonces Janún hizo detener a los servidores de David, les afeitó la mitad de la barba, les cortó la ropa a la altura de las nalgas y los despidió. (II Samuel 10, 4)

  • Apenas lo pusieron al tanto de lo sucedido, David ordenó que fueran a recibir a aquellos hombres, porque estaban muy avergonzados. Y el rey les mandó decir: "Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba, y después vengan". (II Samuel 10, 5)

  • Joab dijo a Amasá: "¿Estás bien, hermano?", y le tomó la barba con la mano derecha para besarlo. (II Samuel 20, 9)

  • Apenas lo pusieron al tanto de lo sucedido con aquellos hombres, David ordenó que fueran a recibirlos, porque estaban muy avergonzados. Y el rey les mandó a decir: "Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba, y después vengan". (I Crónicas 19, 5)

  • Al oír esto, yo desgarré mi túnica y mi manto, me arranqué los pelos de la cabeza y de la barba, y me senté lleno de consternación. (Esdras 9, 3)

  • Es como el óleo perfumado sobre la cabeza, que desciende por la barba -la barba de Aarón- hasta el borde de sus vestiduras. (Salmos 133, 2)

  • Aquel día, el Señor rapará con una navaja, alquilada al otro lado del Río -con el rey de Asiria-, la cabeza y el vello del cuerpo; y la navaja afeitará también la barba. (Isaías 7, 20)

  • Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban y mis mejillas, a los que me arrancaban la barba; no retiré mi rostro cuando me ultrajaban y escupían. (Isaías 50, 6)


“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina