Löydetty 30 Tulokset: argollas

  • Así el pectoral se podrá sujetar haciendo pasar, entre sus argollas y las argollas del efod, un cordón de púrpura violeta, para que el pectoral quede fijo sobre el cinturón y no se desprenda del efod. (Exodo 28, 28)

  • Luego le harás unas argollas de oro, y las pondrás debajo de la moldura, dos de un lado y dos del otro, a fin de pasar por ellas las andas que servirán para transportarlo. (Exodo 30, 4)

  • Aarón les respondió: "Quiten a sus mujeres, a sus hijos y a sus hijas, las argollas de oro que llevan prendidas a sus orejas, y tráiganlas aquí". (Exodo 32, 2)

  • Así acudieron generosamente hombres y mujeres, trayendo argollas, anillos, pulseras, collares y objetos de oro de toda clase; en una palabra, todos los que ofrecían al Señor un presente de oro. (Exodo 35, 22)

  • Finalmente, recubrieron de oro los bastidores, les pusieron unas argollas de oro para pasar por ellas los travesaños, y también a estos últimos los recubrieron de oro. (Exodo 36, 34)

  • Fundió, además, cuatro argollas de oro y las puso en sus cuatro extremos inferiores, dos de un lado y dos del otro. (Exodo 37, 3)

  • y las pasó por las argollas que estaban a los costados del arca, para poder transportarla. (Exodo 37, 5)

  • Después hizo cuatro argollas de oro y las ajustó a los cuatro ángulos correspondientes a las cuatro patas de la mesa. (Exodo 37, 13)

  • Junto al borde estaban las cuatro argollas que servían de sostén a las andas para transportar la mesa. (Exodo 37, 14)

  • Luego hizo unas argollas de oro, y las colocó debajo de la moldura, dos de un lado y dos del otro, para pasar por ellas las andas que servían para transportarlo. (Exodo 37, 27)

  • Puso cuatro argollas en los cuatro extremos del enrejado de bronce para hacer pasar por ellas las andas. (Exodo 38, 5)

  • y pasó las andas por las argollas que estaban a ambos lados del altar para poder transportarlo. El altar era hueco por dentro y estaba hecho de tablas. (Exodo 38, 7)


“A prática das bem-aventuranças não requer atos de heroísmo, mas a aceitação simples e humilde das várias provações pelas quais a pessoa passa.” São Padre Pio de Pietrelcina