Löydetty 45 Tulokset: Regiones

  • También hizo regalos a los hijos de sus otras mujeres, pero mientras vivía, los apartó de su hijo Isaac, enviándolos hacia el este, a las regiones orientales. (Génesis 25, 6)

  • Los rubenitas y los gaditas tenían una enorme cantidad de ganado. Al ver que las regiones de Iázer y de Galaad eran un terreno apto para el ganado, (Números 32, 1)

  • Den vuelta y pónganse en camino, para ir a la montaña de los amorreos y a todas las regiones vecinas: La Arabá, la Montaña, la Sefelá, el Négueb y la costa marítima -es decir, la tierra de Canaán- y el Líbano, hasta el Gran Río, el río Éufrates. (Deuteronomio 1, 7)

  • David dijo a toda la asamblea de Israel: "Si a ustedes les parece bien y si el Señor, nuestro Dios, así lo decide, enviaremos mensajeros a nuestros hermanos que han quedado en todas las regiones de Israel y, además, a los sacerdotes y levitas en sus ciudades y poblados, a fin de que se reúnan con nosotros. (I Crónicas 13, 2)

  • La fama de David se extendió por todas las regiones, porque el Señor lo hizo temible delante de todos los pueblos. (I Crónicas 14, 17)

  • Cuando formaban un grupo muy pequeño y eran extranjeros en aquellas regiones; (I Crónicas 16, 19)

  • con todo lo referente a su reinado y a sus hazañas, y a las vicisitudes que le sobrevinieron a él, a Israel y a todos los reinos de aquellas regiones. (I Crónicas 29, 30)

  • Además, supo distribuir hábilmente a sus hijos por todas las regiones de Judá y de Benjamín, en todas las ciudades fortificadas, dándoles gran cantidad de víveres y procurándoles muchas mujeres. (II Crónicas 11, 23)

  • Ustedes saben muy bien lo que hemos hecho, yo y mis padres, a todos los pueblos de las diversas regiones. ¿Acaso los dioses de esas naciones pudieron salvar a sus países de mis manos? (II Crónicas 32, 13)

  • El olor del pez alejó al demonio y este huyó por el aire hacia las regiones de Egipto. Rafael lo persiguió, lo sujetó y lo encadenó al instante. (Tobías 8, 3)

  • Pero los habitantes de todas esas regiones, sin excepción, despreciaron el llamado de Nabucodonosor, rey de los asirios, y no se aliaron con él para la guerra, porque no le temían, sino que lo consideraban como un hombre falto de apoyo. Por eso despidieron despectivamente a sus emisarios con las manos vacías. (Judit 1, 11)

  • Nabucodonosor se enfureció contra todas aquellas regiones y juró por su trono y por su reino vengarse de todo el territorio de Cilicia, la Damascena y Siria, y destruir con su espada a todos los habitantes de Moab, a los amonitas y a toda la Judea, así como también, a todos los habitantes de Egipto, hasta la región de los dos mares. (Judit 1, 12)


“Lembre-se de que você tem no Céu não somente um pai, mas também uma Mãe”. São Padre Pio de Pietrelcina