Löydetty 34 Tulokset: Levanté

  • El que levante el cadáver de alguno de ellos, tendrá que lavar su ropa y será impuro hasta la tarde. (Levítico 11, 25)

  • y el que levante el cadáver de alguno de ellos, tendrá que lavar su ropa y será impuro hasta la tarde. Ustedes deberán considerarlos impuros. (Levítico 11, 28)

  • El que coma carne de ese cadáver deberá lavar su ropa y será impuro hasta la tarde; y el que levante el cadáver deberá lavar su ropa y será impuro hasta la tarde. (Levítico 11, 40)

  • Partiendo nuevamente de Sarid, el límite iba al este, hacia el levante, hasta llegar a Quislot Tabor; luego llegaba a Daberat y subía a Iafia. (Josué 19, 12)

  • ¿O acaso es esta la primera vez que consulto a Dios por él? ¡No, lejos de mí! Que el rey no levante ningún cargo contra su servidor ni contra toda su casa paterna, porque tu servidor no sabía absolutamente nada de este asunto". (I Samuel 22, 15)

  • A la mañana siguiente, me levanté para amamantar a mi hijo, y vi que estaba muerto. Pero cuando lo observé con mayor atención a la luz del día, advertí que no era mi hijo, el que yo había tenido". (I Reyes 3, 21)

  • "Yo te levanté del polvo y te constituí jefe de mi pueblo Israel. Pero tú has seguido el camino de Jeroboám y has hecho pecar a mi pueblo Israel, provocándome así con sus pecados. (I Reyes 16, 2)

  • Entonces me levanté, y con la túnica y el manto desgarrados, caí de rodillas, extendí las manos hacia el Señor, mi Dios, (Esdras 9, 5)

  • Luego me levanté de noche, acompañado de unos pocos hombres, sin comunicar a nadie lo que Dios me había inspirado hacer en favor de Jerusalén y sin llevar otro animal que aquel en el que iba montado. (Nehemías 2, 12)

  • Y al ver que tenían miedo, me levanté y dije a los notables, a los magistrados y al resto del pueblo: "¡No les tengan miedo! Acuérdense del Señor grande y temible, y combatan por sus hermanos, sus hijos, sus hijas, sus mujeres y sus casas". (Nehemías 4, 8)

  • Entonces me levanté rápidamente y, sin probar la comida, fui a retirar el cadáver de la plaza, y lo deposité en una habitación para enterrarlo al atardecer. (Tobías 2, 4)

  • Después, cuando despunte el alba y se levante el sol sobre la tierra, cada uno de ustedes tomará sus armas de combate, y todos los que puedan hacerlo saldrán de la ciudad. Pónganles al frente un jefe como si fueran a descender a la llanura, hasta los puestos de avanzada de los asirios, pero no bajen. (Judit 14, 2)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina