Löydetty 23 Tulokset: presos

  • Manden a uno de ustedes a buscar a su hermano, y los demás quedarán presos. Así sabré si es cierto lo que me acaban de decir. Y si me han mentido, ¡por la vida de Faraón!, que quedará así comprobado que son espías.» (Génesis 42, 16)

  • Janún tomó presos a los enviados de David, les rapó la cabeza y la barba, les cortó a media altura sus vestidos hasta las nalgas y así los despidió. (1 Crónicas 19, 4)

  • Por eso han caído a espada nuestros padres; y nuestros hijos, hijas y mujeres han sido llevados presos. (2 Crónicas 29, 9)

  • y su justicia da a los oprimidos, proporciona su pan a los hambrientos. El Señor deja libres a los presos. (Salmos 146, 7)

  • Apenas entró en el reino de sus padres, el ejército tomó presos a Antíoco y a Lisias para entregárselos. (1 Macabeos 7, 2)

  • Devolvió a los presos arrestados anteriormente en Judea, después regresó a su país y no volvió más al territorio de Judea. (1 Macabeos 9, 72)

  • Estos, al tener noticias de que Jonatán y sus acompañantes habían sido presos y muertos, se dieron valor mutuamente y se ordenaron para hacer frente a sus perseguidores, (1 Macabeos 12, 50)

  • Liberó a muchos presos, conquistó Gazer, Betsur y la fortaleza, limpió el país de todos los paganos y nadie fue capaz de resistirle. (1 Macabeos 14, 7)

  • Es ahí donde muchos tropezarán, caerán y se quebrarán, quedarán atrapados y presos.» (Isaías 8, 15)

  • que convertía al mundo en un desierto, que destruía las ciudades y nunca abría la cárcel a sus presos.» (Isaías 14, 17)

  • Para abrir los ojos a los ciegos, para sacar a los presos de la cárcel, y del calabozo a los que yacen en la oscuridad. (Isaías 42, 7)

  • ¡El Espíritu del Señor Yavé está sobre mí! sepan que Yavé me ha ungido. Me ha enviado con un buen mensaje para los humildes, para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz. (Isaías 61, 1)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina