Löydetty 107 Tulokset: hermana

  • Sella, por su parte, dio a luz a Tubal-Caín; ése es el que forja toda clase de herramientas en cobre y hierro. La hermana de Tubal-Caín se llamaba Nohema. (Génesis 4, 22)

  • Di, pues, que eres mi hermana; esto será mucho mejor para mí, y me respetarán en consideración a ti.» (Génesis 12, 13)

  • Y yo la hice mi mujer porque me dijiste que era tu hermana. ¡Ahí tienes a tu esposa! ¡Tómala y márchate!» (Génesis 12, 19)

  • Abrahán decía de su esposa Sara: «Es mi hermana.» Oyendo esto, el rey de Guerar, llamado Abimelec, mandó a buscarla para él. (Génesis 20, 2)

  • El me dijo que era su hermana, y ella también me dijó: "Es mi hermano". Yo he actuado con corazón sencillo y con manos limpias.» (Génesis 20, 5)

  • Pero es verdad que es mi hermana, pues es hija de mi padre, aunque no de mi madre, y ha pasado a ser mi esposa. (Génesis 20, 12)

  • Cuando vio el anillo y los brazaletes que llevaba su hermana, y oyó decir a Rebeca: «Esto me ha dicho ese hombre...», corrió a buscar al hombre que estaba de pie junto a los camellos, al lado del pozo. (Génesis 24, 30)

  • Entonces dejaron partir a su hermana Rebeca y a su nodriza con el servidor de Abrahán y sus hombres. (Génesis 24, 59)

  • Y bendijeron a Rebeca, diciendo: «Hermana nuestra, ojalá des vida a multitudes, y que tus descendientes se impongan a sus enemigos.» (Génesis 24, 60)

  • Abrahán fue padre de Isaac. Cuando Isaac tenía cuarenta años, tomó por esposa a Rebeca, hija de Betuel, el arameo de Paddán Aram, y hermana de Labán el arameo.Nacimiento de Esaú y Jacob (Génesis 25, 20)

  • Cuando la gente de aquel país le preguntaba quién era la mujer que iba con él, les decía: «Es mi hermana». Porque tenía miedo a decir que era su esposa, para que no lo fueran a matar por causa de Rebeca, que era muy bonita. (Génesis 26, 7)

  • Entonces Abimelec mandó llamar a Isaac y le dijo: «¡No puedes negar que es tu mujer! ¿Por qué has declarado que es tu hermana?» Isaac le contestó: «Es que pensé que por causa de ella me podrían matar.» (Génesis 26, 9)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina