Löydetty 227 Tulokset: envió

  • A los hijos de las concubinas que tenía Abrahán, en cambio, les hizo regalos, y estando él vivo todavía, los envió más al este, a los paises del oriente, lejos de Isaac. (Génesis 25, 6)

  • «Así han de hablar a Esaú cuando lo encuentren». Y también le dirán: «Tu siervo Jacob ya viene detrás de nosotros.» Pues Jacob pensaba: «Lo aplacaré con los regalos que le envío delante, y cuando después me encuentre frente a él, quizá me reciba sin enojo.» (Génesis 32, 21)

  • Envió, pues, los regalos por delante, y él se quedó aquella noche en el campamento. (Génesis 32, 22)

  • Su padre le dijo: «Anda a ver como estáa el rebaño y cómo se encuentran tus hermanos, y ven después a contármelo.» Lo envió, pues, desde el valle de Hebrón, y José fue a Siquem. (Génesis 37, 14)

  • Judá envió el cabrito por intermedio de su amigo de Adulam, con el fin de recobrar lo que había dejado a la mujer, pero no la encontró. (Génesis 38, 20)

  • No han sido ustedes, sino Dios quien me envió aquí; El me ha hecho familiar de Faraón, administrador de su palacio, y gobernador de todo el país de Egipto. (Génesis 45, 8)

  • En eso bajó la hija de Faraón al Nilo, y se bañó mientras sus sirvientas se paseaban por la orilla del río. Al divisar el canasto entre los juncos, envió a una criada a buscarlo. (Exodo 2, 5)

  • Ve, pues, yo te envío a Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.» (Exodo 3, 10)

  • Moisés los envió pues desde el desierto de Parán según la orden de Yavé. Todos esos hombres eran jefes de Israel. (Números 13, 3)

  • Moisés dijo: "Ahora sabrán que Yavé me envió para que realice todos esos prodigios y que eso no viene de mí. (Números 16, 28)

  • Si esos hombres mueren de muerte natural y corren la misma suerte que cualquiera, es señal de que Yavé no me envió. (Números 16, 29)

  • Entonces clamamos a Yavé y él escuchó nuestro clamor: envió a un ángel que nos sacó de Egipto. Ahora estamos en Cadés, el oasis que colinda con tu país. (Números 20, 16)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina