Löydetty 357 Tulokset: enemigos

  • Valor, hijos míos, clamé hacia Dios; él los librará de la violencia de sus enemigos. (Baruc 4, 21)

  • Salieron a pie escoltados por los enemigos, pero Dios te los devuelve, traídos con gloria, como hijos de rey. (Baruc 5, 6)

  • Por eso levanté mi mano contra ti, reduje tu ración y te abandoné al capricho de tus enemigos, las ciudades filisteas, que se avergonzaban de tu descarada conducta. (Ezequiel 16, 27)

  • Las naciones comprenderán que si el pueblo de Israel estuvo en el exilio, fue porque pecó contra mí; le oculté mi rostro porque me fue infiel; lo entregué en manos de sus enemigos, y todos murieron a espada. (Ezequiel 39, 23)

  • Los reuniré de entre los pueblos y los traeré de vuelta del país de sus enemigos. Por su intermedio manifestaré mi santidad ante numerosas naciones. (Ezequiel 39, 27)

  • Nos entregaste en manos de nuestros enemigos, gente sin ley, pésimos impíos, en manos de un rey injusto, el más perverso de toda la tierra (Daniel 3, 32)

  • Entonces, Daniel, por sobrenombre Beltsasar, quedó un instante aturdido y pareció muy turbado. El rey tomó la palabra y dijo: «Beltsasar, ¿qué hay en ese sueño o en su interpretación que te turbe tanto?» Respondió Beltsasar: «Señor mío, ¡ojalá que este sueño sea para tus enemigos y su contenido se refiera a tus adversarios (Daniel 4, 16)

  • cuando vayan cautivos, arreados por sus enemigos, daré orden a la espada para que los degüelle. Tendré mis ojos puestos en ellos, no para ayudarlos sino para castigarlos. (Amós 9, 4)

  • Tú te quedabas esperando cuando los extranjeros hacían cautivo a su ejército; cuando los enemigos entraban por sus puertas y sobre Jerusalén echaban suertes, tú también, eras como uno de ellos. (Abdías 1, 11)

  • Pero son ustedes los enemigos de mi pueblo, pues le quitan su manta al hombre bueno y hacen la guerra al que vive tranquilo. (Miqueas 2, 8)

  • Retuércete de dolor y grita, hija de Sión, como mujer que da a luz, porque ahora saldrás de la ciudad para vivir en despoblado. Llegarás hasta Babilonia, pero allí serás liberada, pues Yavé te libertará del poder de tus enemigos. (Miqueas 4, 10)

  • Yavé, ¡que tu mano quiebre a tus adversarios, y perezcan todos tus enemigos! (Miqueas 5, 8)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina