Löydetty 62 Tulokset: Temán

  • El es el que los aplastará ante nosotros. No los teman.» (1 Macabeos 3, 22)

  • Judas dijo a los suyos: «No teman el número de enemigos ni se acobarden frente a sus ataques. (1 Macabeos 4, 8)

  • «No digan ustedes: "¡Conspiración!" cada vez que la gente dice: "¡Conspiración!". No teman lo que ellos temen, ni tengan miedo. (Isaías 8, 12)

  • Así habla Yavé, el que te hizo, tu socorro, el que te formó desde el seno materno: No teman, hijos de Jacob, mi servidor, Israel a quien yo elegí. (Isaías 44, 2)

  • Atiéndanme, ustedes que andan derecho, pueblo mío que tienes mi ley en tu corazón. No teman las injurias de los hombres ni se desmoralicen por sus insultos. (Isaías 51, 7)

  • Así habla Yavé: «No se acostumbren al proceder de los paganos ni teman las señales del cielo, aunque a ellos los asusten. (Jeremías 10, 2)

  • Godolías, hijo de Ajigam, nieto de Safán, les hizo este juramento a ellos y a su gente: «No teman a los jefes de los caldeos, quédense en el país, obedezcan al rey de Babilonia y en todo les irá bien. (Jeremías 40, 9)

  • No teman al rey de Babilonia, que tanto susto les causa; no lo teman, dice Yavé, pues estoy con ustedes para salvarlos y para librarlos de sus manos. (Jeremías 42, 11)

  • Para Edom. Esto dice Yavé de los Ejércitos. ¿Ya se acabó la sabiduría en Temán? ¿Perdieron su prudencia los inteligentes, o se corrompió su sabiduría? (Jeremías 49, 7)

  • Así, pues, escuchen la decisión que Yavé ha tomado contra Edom y sus proyectos contra los habitantes de Temán: Sí, hasta las ovejas más flacas serán llevadas a la rastra, y, al verlo, el rebaño se estremecerá de espanto. (Jeremías 49, 20)

  • De ella no se oyó en Canaá nni fue vista en Temán (Baruc 3, 22)

  • No la encontraron los árabes inquietos llos mercaderes de Madián y Temán llos autores de fábulas ni los filósofos nno conocieron el camino de la sabidurí nni descubrieron sus senderos (Baruc 3, 23)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina