Löydetty 86 Tulokset: Asur

  • Y Yavé envió un ángel que exterminó a todos los mejores guerreros de su ejército, a los príncipes y a los jefes que había en el campamento del rey de Asur. Este volvió a su tierra con gran vergüenza y al entrar a la casa de su dios, allí mismo, sus propios hijos lo mataron a espada. (2 Crónicas 32, 21)

  • Así salvó Yavé a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de la mano de Senaquerib, rey de Asur, y de la mano de todos sus enemigos, y les dio paz por todos lados. (2 Crónicas 32, 22)

  • Entonces Yavé hizo venir sobre ellos a los jefes del ejército del rey de Asur, que apresaron a Manasés con ganchos, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia. (2 Crónicas 33, 11)

  • «Hijo mío, toma a tus hijos y márchate a Media, porque creo en la palabra que pronunció Dios por medio de Nahúm sobre Nínive. Todo lo que pronunciaron los profetas de Israel enviados por Dios sobre Asur y Nínive se realizará; ninguna palabra se perderá, sino que todo se cumplirá a su tiempo. Será más fácil salvarse en Media que en Asiria y Babilonia, porque sé y creo que todo cuanto ha dicho Dios se cumplirá. Nuestros hermanos que viven en el país de Israel serán dispersados y desterrados de esa buena tierra, de manera que todo el país de Israel quedará desierto. Jerusalén y Samaria quedarán desiertas. La Casa de Dios será quemada por algún tiempo, (Tobías 14, 4)

  • hasta los de Asur se unieron a ellos y prestaron su fuerza a los hijos de Lot. (Salmos 83, 9)

  • ¡Ay de Asur, que es el bastón de mi ira, el garrote que usa mi furor! (Isaías 10, 5)

  • Por tanto, así se expresa Yavé de los Ejércitos: Oh pueblo mío, que vives en Sión, no le tengas miedo a Asur, que te da de palos, o que te pega con su bastón, como hacía Egipto. (Isaías 10, 24)

  • Al mismo tiempo, el Señor volverá a tender su mano para rescatar al resto de su pueblo, a los que todavía queden en Asur y Egipto, en Patros, Etiopía y Elam, en Senar, Jamat y las islas del mar. (Isaías 11, 11)

  • Destrozaré a Asur en mi propio país y lo aplastaré en mis cerros; así ustedes se librarán de su yugo y de su carga, que pesa sobre los hombros. (Isaías 14, 25)

  • Yavé de los Ejércitos lo bendecirá con estas palabras: «Benditos sean mi pueblo de Egipto y Asur, la obra de mis manos, e Israel, mi herencia.» (Isaías 19, 25)

  • De la misma manera conducirá el rey de Asur a los cautivos de Egipto y a los desterrados de Etiopía. Jóvenes o viejos, los llevará desnudos, sin zapatos y con las nalgas al aire.» (Isaías 20, 4)

  • Aquel día, al sentir el fuerte sonido de la trompeta, acudirán los que andaban perdidos por el país de Asur y los que estaban desparramados por la tierra de Egipto, y adorarán a Yavé en el cerro santo de Jerusalén. (Isaías 27, 13)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina