57. Al que sorprendían con el libro de la Alianza y al que cumplía con los preceptos de la Ley, lo mataban. Pues así lo ordenaba el decreto real.





“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina