12. Clamaron a su Dios, y él llenó de plagas a Egipto, para las que no encontraban remedio. Los egipcios, entonces, los echaron de su tierra.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina