36. Entonces el superviviente de tu casa vendrá a postrarse ante él pidiéndole una moneda de plata y una torta de pan, y dirá: Admíteme, por favor, en cualquier oficio sacerdotal, para que tenga un pedazo de pan que comer".





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina