Eclesiástico, 14
1. Feliz el hombre que no se ha deslizado con su boca, ni sufre tormento por la tristeza del pecado.
1. Feliz el hombre que no se ha deslizado con su boca, ni sufre tormento por la tristeza del pecado.
“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina