1. Del maestro de coro. Salmo de David.

2. El Señor te haga triunfar en el momento del peligro, que el nombre del Dios de Jacob sea tu baluarte.

3. Que él te auxilie desde su Santuario y te proteja desde Sión;

4. que se acuerde de todas tus ofrendas y encuentre aceptables tus holocaustos. Pausa

5. Que satisfaga todos tus deseos y cumpla todos tus proyectos,

6. para que aclamemos tu victoria y alcemos los estandartes en nombre de nuestro Dios. ¡Que el Señor te conceda todo lo que pides!

7. Ahora sé que el Señor ha dado la victoria a su Ungido, lo ha hecho triunfar desde su santo cielo con las proezas de su mano salvadora.

8. Unos se fían de sus carros y otros de sus caballos, pero nuestra fuerza está en el nombre de nuestro Dios.

9. Ellos tropezaron y cayeron, mientras nosotros nos mantuvimos erguidos y confiados.

10. ¡Señor, concede la victoria al rey, escúchanos cuando te invocamos!





“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina