Salmos, 142
5. Miro a la derecha, observo, y no hay nadie que se ocupe de mí; ya no tengo dónde refugiarme, nadie se interesa por mi vida.
5. Miro a la derecha, observo, y no hay nadie que se ocupe de mí; ya no tengo dónde refugiarme, nadie se interesa por mi vida.
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina