22. La nieve y el hielo resistían al fuego sin derretirse, a fin de que supieran que solamente los frutos de los enemigos eran destruidos por el fuego que ardía en medio del granizo y fulguraba bajo la lluvia;





“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina