31. Era el día de la Preparación de la Pascua. Los judíos pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas de los crucificados y mandara retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz durante el sábado, porque ese sábado era muy solemne.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina