23. Ya no volverán a contaminarse con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeldías. Los salvaré de sus pecados de apostasía y los purificaré: ellos serán mi Pueblo y yo seré su Dios.





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina