29. A medianoche, el Señor exterminó a todos los primogénitos en el país de Egipto, desde el primogénito del Faraón -el que debía sucederle en el trono- hasta el primogénito del que estaba preso en la cárcel, y a todos los primogénitos del ganado.





“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina