Fundar 28 Resultados para: vencido

  • Y Raquel dijo: "Luchas ingentes he sostenido contra mi hermana, pero he vencido". Por eso le puso por nombre Neftalí. (Génesis 30, 8)

  • Y el hombre añadió: "Tu nombre no será ya Jacob, sino Israel, porque te has peleado con Dios y con los hombres y has vencido". (Génesis 32, 29)

  • envió a su hijo Hadorán al rey David para saludarlo y felicitarlo por haber atacado y haber vencido a Hadadézer, pues Tou estaba en guerra con Hadadézer. Hadorán llevaba consigo objetos de plata, de oro y de bronce, que (II Samuel 8, 10)

  • Los súbditos del rey de Siria le dijeron: "El dios de ellos es dios de las montañas; por eso nos han vencido; pero luchemos contra ellos en la llanura, y verás cómo los venceremos. (I Reyes 20, 23)

  • envió a su hijo Hadorán al rey David para saludarlo y felicitarlo por haber atacado y vencido a Hadadézer, pues Tou estaba en guerra con Hadadézer. Le envió objetos de oro, plata y bronce, (I Crónicas 18, 10)

  • Has vencido a las gentes, destruido al malvado, has borrado su nombre para siempre; (Salmos 9, 6)

  • para que no diga mi enemigo: "Le he vencido", ni gocen mis opresores al verme ya caído. (Salmos 13, 5)

  • Se despertó el Señor como de un sueño, cual gigante vencido por el vino; (Salmos 78, 65)

  • mucho me han atacado desde mi juventud, pero no me han vencido. (Salmos 129, 2)

  • Habían vencido y sometido a Filipo y a Perseo, reyes de Macedonia, y a cuantos les habían hecho frente. (I Macabeos 8, 5)

  • Habían vencido a Antíoco el Grande, rey de Asia, que les presentó batalla con ciento veinte elefantes, caballería y carros y un ejército incontable. (I Macabeos 8, 6)

  • Los judíos entraron el 23 del segundo mes, el año 171, con aclamaciones y palmas, al son de las arpas, címbalos y cítaras, cantando himnos y cánticos por haber sido vencido tan gran enemigo de Israel. (I Macabeos 13, 51)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina