Fundar 15 Resultados para: fielmente
Pero a mi siervo Caleb, que está animado de otro espíritu y me ha obedecido fielmente, lo llevaré a la tierra en la que ha estado, y su descendencia la poseerá. (Los amalecitas y los cananeos habitaban entonces la llanura). (Números 14, 24)
que, aunque me dieras tu casa llena de oro y plata, yo no podría traspasar las órdenes del Señor ni hacer por propia iniciativa cosa alguna, buena o mala, sino que diría fielmente lo que dijera el Señor? (Números 24, 13)
excepto Caleb, hijo de Jefoné. Éste la verá, y yo le daré a él y a sus hijos la tierra que ha pisado, porque ha seguido fielmente al Señor. (Deuteronomio 1, 36)
Ten valor y firmeza para cumplir fielmente todo lo que te ordenó Moisés, mi siervo; no te desvíes ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito en todas tus empresas. (Josué 1, 7)
Mientras los hermanos que habían ido conmigo desalentaban al pueblo, yo seguí fielmente al Señor, mi Dios. (Josué 14, 8)
No habéis abandonado a vuestros hermanos durante mucho tiempo hasta este día, cumpliendo así fielmente el mandato del Señor, vuestro Dios. (Josué 22, 3)
para que el Señor cumpla la promesa que me hizo: Si tus hijos cumplen con su deber, andando en mi presencia fielmente con todo su corazón y toda su alma, no te faltará jamás alguien que se siente sobre el trono de Israel. (I Reyes 2, 4)
Guardaréis fielmente los preceptos y las normas, las leyes y los mandamientos que os escribió. No daréis culto a dioses extranjeros. (II Reyes 17, 37)
Pero que no se les pida cuentas del dinero que se les dé, porque se portan fielmente". (II Reyes 22, 7)
almacenaron fielmente las ofrendas, la décima parte que habían traído y las cosas consagradas al Señor. El levita Conanías fue el encargado mayor, y su hermano Simeí, el segundo. (II Crónicas 31, 12)
Que su misericordia permanezca fielmente a nuestro lado, y en nuestros días él nos libere. (Eclesiástico 50, 24)
"Señor, acuérdate, por favor, de que he caminado fielmente en tu presencia con corazón honrado, haciendo lo que es recto a tus ojos". Y Ezequías rompió a llorar copiosamente. (Isaías 38, 3)