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  • Y se dijeron unos a otros: "Ea, hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego". Se sirvieron de los ladrillos en lugar de piedras, y de betún en lugar de argamasa. (Génesis 11, 3)

  • Luego dijeron: "Ea, edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos famosos y no andemos más dispersos por la tierra". (Génesis 11, 4)

  • Llamaron a Lot y le dijeron: "¿Dónde están esos hombres que han venido a tu casa esta noche? Sácanoslos para que abusemos de ellos". (Génesis 19, 5)

  • Los dos hombres dijeron a Lot: "¿Quién hay aquí todavía de los tuyos? Yernos, hijos e hijas y todos los tuyos que estén en la ciudad, sácalos de este lugar, (Génesis 19, 12)

  • Labán y Betuel tomaron la palabra y dijeron: "La cosa procede del Señor; nosotros no podemos decir ni que sí ni que no. (Génesis 24, 50)

  • Pero el hermano y la madre de Rebeca le dijeron: "Que se quede la joven todavía algunos días con nosotros, y después irá". (Génesis 24, 55)

  • Y ellos le dijeron: "Llamemos a la joven, y que ella decida". (Génesis 24, 57)

  • Llamaron a Rebeca y le dijeron: "¿Quieres irte con este hombre?". Ella respondió: "Sí". (Génesis 24, 58)

  • Aquel mismo día vinieron sus siervos y le comunicaron lo del pozo que habían abierto; le dijeron: "Hemos encontrado agua"; (Génesis 26, 32)

  • Les dijeron: "Nosotros no podemos hacer cosa semejante: dar nuestra hermana a un hombre incircunciso, pues eso sería para nosotros un oprobio. (Génesis 34, 14)

  • Se dijeron unos a otros: "Ahí viene el soñador. (Génesis 37, 19)

  • Pasado aquel año, volvieron al año siguiente y le dijeron: "No podemos ocultar a nuestro señor que se nos ha acabado el dinero; también el ganado es ya de nuestro señor y ahora no nos queda para nuestro señor sino nuestro cuerpo y nuestras tierras. (Génesis 47, 18)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina