Fundar 13 Resultados para: crónicas

  • Joab, hijo de Sarvia, comenzó el censo, pero no lo terminó. Por eso se encendió la cólera de Dios contra Israel, y su número no se encuentra en las crónicas del rey David. (I Crónicas 27, 24)

  • Los hechos del rey David, desde el principio hasta el fin, están escritos en las crónicas de Samuel, el vidente; en las crónicas de Natán, el profeta, y en las crónicas de Gad, el vidente, (I Crónicas 29, 29)

  • El resto de la historia de Salomón, desde el principio al fin, está escrito en las crónicas de Natán, profeta, en la profecía de Ajías de Silo y en la visión de Idó, el vidente, sobre Jeroboán, hijo de Nabat. (II Crónicas 9, 29)

  • La historia de Roboán, desde el principio al fin, está escrita en las crónicas del profeta Semayas y del profeta Idó. Roboán y Jeroboán estuvieron continuamente en guerra. (II Crónicas 12, 15)

  • El resto de la historia de Josafat, desde el principio hasta el fin, se encuentra en las crónicas de Jehú, hijo de Jananí, que fueron insertadas en el libro de los reyes de Israel. (II Crónicas 20, 34)

  • El resto de la historia de Manasés, la oración que hizo a su Dios y las palabras de los profetas que le hablaron en nombre del Señor, Dios de Israel, están escritos en las crónicas de los reyes de Israel. (II Crónicas 33, 18)

  • Su oración y su acogida, todas sus prevaricaciones y su impiedad, los lugares en los que levantó altares y puso imágenes de Aserá e ídolos antes de su conversión, están escritos en las crónicas de Jozay. (II Crónicas 33, 19)

  • Los levitas, cabezas de familia, fueron inscritos en el libro de las Crónicas; pero sólo hasta la época de Yojanán, nieto de Eliasib. (Nehemías 12, 23)

  • Se abrió una información, se comprobó el hecho y los dos eunucos fueron ahorcados. El caso fue consignado en el libro de las crónicas en presencia del rey. (Ester 2, 23)

  • No pudiendo el rey aquella noche conciliar el sueño, pidió que le trajesen el libro de los anales o crónicas y que se las leyeran. (Ester 6, 1)

  • Todas las manifestaciones de su poder y de su valor y la descripción de la grandeza a la que elevó a Mardoqueo está escrito en las crónicas de los reyes de Media y Persia. (Ester 10, 2)

  • El rey consignó lo sucedido en las crónicas, y Mardoqueo también lo escribió. (Ester 12, 4)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina