Fundar 101 Resultados para: cordero

  • Isaac dijo a su padre: "¡Padre!". Él respondió: "¿Qué quieres, hijo mío?". Isaac dijo: "Llevamos el fuego y la leña; pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?". (Génesis 22, 7)

  • Abrahán respondió: "Dios se proveerá del cordero para el holocausto, hijo mío". Y continuaron juntos el camino. (Génesis 22, 8)

  • Decid a toda la comunidad de Israel: El día diez de este mes cada uno se procure un cordero por familia, un cordero por casa. (Exodo 12, 3)

  • Si la familia es demasiado pequeña para consumir el cordero entero, se pondrá de acuerdo con su vecino, el más próximo a su casa, según el número de personas y en razón de la porción de cordero que cada cual puede comer. (Exodo 12, 4)

  • El cordero ha de ser sin defecto, macho, de un año; podrá ser cordero o cabrito. (Exodo 12, 5)

  • Si se le encuentra vivo en casa lo robado, buey, asno o cordero, restituirá el doble. (Exodo 22, 3)

  • Por la tarde, entre dos luces, ofrecerás el segundo cordero con la misma ofrenda y libación que a la mañana, en sacrificio de olor agradable, sacrificio de fuego en honor del Señor, (Exodo 29, 41)

  • El primogénito del asno lo rescatarás con un cordero; y si no lo rescatas, lo desnucarás. Rescatarás todo primogénito entre tus hijos, y nadie se presentará ante mí con las manos vacías. (Exodo 34, 20)

  • Todos los que tenían púrpura violeta, escarlata y carmesí, lino, pelo de cabra, pieles de cordero teñidas en rojo y pieles de tejón, las trajeron. (Exodo 35, 23)

  • Si su ofrenda es un cordero, lo presentará delante del Señor, (Levítico 3, 7)

  • Si quiere ofrecer un cordero como sacrificio por el pecado, presentará una hembra sin defecto. (Levítico 4, 32)

  • Arrancará luego todas las grasas, como se arrancan en el cordero del sacrificio de reconciliación, y el sacerdote las quemará en el altar sobre las ofrendas quemadas en honor del Señor. El sacerdote hará el rito de absolución sobre este hombre, que alcanzará el perdón de su pecado. (Levítico 4, 35)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina