Fundar 72 Resultados para: salido

  • ¿Para qué haber salido del seno, a ver pena y aflicción, y a consumirse en la vergüenza mis días? (Jeremías 20, 18)

  • Ha salido fuego de su rama, ha devorado sus sarmientos y su fruto. No volverá a tener su rama fuerte, su cetro real. Esto es una elegía; y de elegía sirvió. (Ezequiel 19, 14)

  • Cuando el príncipe ofrezca un holocausto voluntario o un sacrificio de comunión voluntario a Yahveh, se le abrirá el pórtico que mira a oriente, ofrecerá su holocausto y su sacrificio de comunión, de la misma manera que el día de sábado, saldrá luego, y el pórtico se cerrará en cuanto haya salido. (Ezequiel 46, 12)

  • Vino y me habló. Dijo: «Daniel, he salido ahora para ilustrar tu inteligencia. (Daniel 9, 22)

  • ¡De ti ha salido el que medita el mal contra Yahveh, el consejero de Belial! (Nahún 1, 11)

  • En esto, una mujer cananea, que había salido de aquel territorio, gritaba diciendo: «¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está malamente endemoniada.» (Mateo 15, 22)

  • En aquel momento dijo Jesús a la gente: «¿Como contra un salteador habéis salido a prenderme con espadas y palos? Todos los días me sentaba en el Templo para enseñar, y no me detuvisteis. (Mateo 26, 55)

  • El les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.» (Marcos 1, 38)

  • Al instante, Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de él, se volvió entre la gente y decía: «¿Quién me ha tocado los vestidos?» (Marcos 5, 30)

  • El, entonces, le dijo: «Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija.» (Marcos 7, 29)

  • Y tomando la palabra Jesús, les dijo: «¿Como contra un salteador habéis salido a prenderme con espadas y palos? (Marcos 14, 48)

  • y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, (Lucas 8, 2)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina