Fundar 50 Resultados para: Verá

  • Cuando yo anuble de nubes la tierra, entonces se verá el arco en las nubes, (Génesis 9, 14)

  • Levantó los ojos y he aquí que había tres individuos parados a sur vera. Como los vio acudió desde la puerta de la tienda a recibirlos, y se postró en tierra, (Génesis 18, 2)

  • que yo iré a traer un bocado de pan, y repondréis fuerzas. Luego pasaréis adelante, que para eso habéis acertado a pasar a la vera de este servidor vuestro.» Dijeron ellos: «Hazlo como has dicho.» (Génesis 18, 5)

  • Entonces ella se quitó de encima sus ropas de viuda y se cubrió con el velo, y bien disfrazada se sentó en Petaj Enáyim, que está a la vera del camino de Timná. Veía, en efecto, que Selá había crecido, pero que ella no le era dada por mujer. (Génesis 38, 14)

  • Preguntó a los del lugar: «¿Dónde está la ramera aquella que había en Enáyim, a la vera del camino?» - «Ahí no ha habido ninguna ramera» - dijeron. (Génesis 38, 21)

  • Al cabo de dos años. Faraón soñó que se encontraba parado a la vera del río. (Génesis 41, 1)

  • Luego me traéis a vuestro hermano menor; entonces se verá que son verídicas vuestras palabras y no moriréis.» - Así lo hicieron ellos. - (Génesis 42, 20)

  • Se comerán ázimos durante siete días, y no se verá pan fermentado en tu casa, ni levadura en tu casa, en todo tu territorio. (Exodo 13, 7)

  • Respondió él: «Mira, voy a hacer una alianza; realizaré maravillas delante de todo tu pueblo, cono nunca se han hecho en toda la tierra ni en nación alguna; y todo el pueblo que te rodea verá la obra de Yahveh; porque he de hacer por medio de ti cosas que causen temor. (Exodo 34, 10)

  • verá la tierra que prometí con juramento a sus padres. No la verá ninguno de los que me han despreciado. (Números 14, 23)

  • Como valles espaciosos, como jardines a la vera del río, como áloes que plantó Yahveh, como cedros a la orilla de las aguas. (Números 24, 6)

  • «Ni un solo hombre de esta generación perversa verá la tierra buena que yo juré dar a vuestros padres, (Deuteronomio 1, 35)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina