Fundar 18 Resultados para: Fulgor

  • ¡Así perezcan todos tus enemigos, oh Yahveh! ¡Y sean los que te aman como el salir del sol con todo su fulgor! Y el país quedó tranquilo cuarenta años. (Jueces 5, 31)

  • Del fulgor que le precedía se encendieron granizo y ascuas de fuego. (II Samuel 22, 13)

  • Hace relampaguear por todo el cielo, su fulgor llega a los extremos de la tierra. (Job 37, 3)

  • El carga a la nube de un rayo, el nublado esparce su fulgor, (Job 37, 11)

  • del fulgor que le precedía se encendieron granizo y ascuas de fuego. (Salmos 18, 13)

  • gloria y majestad están ante él, poder y fulgor en su santuario. (Salmos 96, 6)

  • Cuando el sol dio sobre los escudos de oro y bronce, resplandecieron los montes a su fulgor y brillaron como antorchas encendidas. (I Macabeos 6, 39)

  • Yo miré: vi un viento huracanado que venía del norte, una gran nube con fuego fulgurante y resplandores en torno, y en el medio como el fulgor del electro, en medio del fuego. (Ezequiel 1, 4)

  • Sus piernas eran rectas y la planta de sus pies era como la planta de la pezuña del buey, y relucían como el fulgor del bronce bruñido. (Ezequiel 1, 7)

  • Vi luego como el fulgor del electro, algo como un fuego que formaba una envoltura, todo alrededor, desde lo que parecía ser sus caderas para arriba; y desde lo que parecía ser sus caderas para abajo, vi algo como fuego que porducía un resplandor en torno, (Ezequiel 1, 27)

  • Miré: había allí una forma con aspecto de hombre. Desde lo que parecían ser sus caderas para abajo era de fuego, y desde sus caderas para arriba era algo como un resplandor, como el fulgor del electro. (Ezequiel 8, 2)

  • su cuerpo era como de crisólito, su rostro, como el aspecto del relámpago, sus ojos como antorchas de fuego, sus brazos y sus piernas como el fulgor del bronce bruñido, y el son de sus palabras como el ruido de una multitud. (Daniel 10, 6)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina