Fundar 107 Resultados para: monte

  • Salomón comenzó a construir la Casa del Señor en Jerusalén, sobre el monte Moria, donde el Señor se había aparecido a su padre David, en el lugar que había preparado David sobre la era de Ornán, el jebuseo. (II Crónicas 3, 1)

  • Abías se paró sobre el monte Semaraim, que está en la montaña de Efraím, y dijo: "¡Escuchen, Jeroboám y todo Israel! (II Crónicas 13, 4)

  • Mi alma está deprimida: por eso me acuerdo de ti, desde la tierra del Jordán y el Hermón, desde el monte Misar. (Salmos 42, 7)

  • Cuando el Todopoderoso dispersó a los reyes, caía la nieve sobre el Monte Umbrío. (Salmos 68, 15)

  • Canto de peregrinación. Los que confían en el Señor son como el monte Sión, que permanece inconmovible para siempre. (Salmos 125, 1)

  • Entonces se reunió todo el ejército y subieron al monte Sión. (I Macabeos 4, 37)

  • En aquel tiempo, levantaron alrededor del monte Sión altas murallas y torres poderosas, para que los extranjeros no vinieran otra vez y lo pisotearan como lo habían hecho antes. (I Macabeos 4, 60)

  • Todos subieron al monte Sión con júbilo y alegría, y ofrecieron holocaustos por haber regresado sanos y salvos sin perder a ninguno de los suyos. (I Macabeos 5, 54)

  • El ejército real subió a Jerusalén, al encuentro de los judíos, y el rey acampó frente a Judea y al monte Sión. (I Macabeos 6, 48)

  • Con esta garantía salieron de la fortaleza y el rey subió al monte Sión. Pero al ver las fortificaciones de aquel lugar, violó el juramento que había hecho y ordenó destruir la muralla que lo rodeaba. (I Macabeos 6, 62)

  • Después de esto, Nicanor subió al monte Sión. Algunos sacerdotes y ancianos del pueblo salieron del Santuario para saludarlo amistosamente y mostrarle el holocausto que se ofrecía por el rey. (I Macabeos 7, 33)

  • Ordenó a los constructores que reconstruyeran las murallas y que rodearan el monte Sión con un muro de piedras talladas, y así lo hicieron. (I Macabeos 10, 11)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina