Fundar 12 Resultados para: hambrientos

  • Gedeón llegó hasta el Jordán y lo cruzó. Él y los trescientos hombres que lo acompañaban estaban cansados y hambrientos. (Jueces 8, 4)

  • los satisfechos se contratan por un pedazo de pan, y los hambrientos dejan de fatigarse; la mujer estéril da a luz siete veces, y la madre de muchos hijos se marchita. (I Samuel 2, 5)

  • ¡Que ella recaiga sobre Joab y sobre toda la casa de su padre! ¡Que nunca falten en la casa de Joab quienes padezcan de blenorrea y de lepra, ni afeminados, ni muertos por la espada, ni hambrientos!". (II Samuel 3, 29)

  • El rey se levantó de noche y dijo a sus servidores: "Les voy a explicar lo que han urdido contra nosotros los arameos. Como ellos saben que estamos hambrientos, han salido del campamento y se han ocultado en el campo, diciendo: Van a salir de la ciudad; entonces los capturaremos vivos y entraremos en la ciudad". (II Reyes 7, 12)

  • Daba mi pan a los hambrientos, vestía a los que estaban desnudos y enterraba a mis compatriotas, cuando veía que sus cadáveres eran arrojados por encima de las murallas de Nínive. (Tobías 1, 17)

  • Andan desnudos, por falta de ropa, cargan las gavillas, y están hambrientos. (Job 24, 10)

  • Estaban hambrientos, tenían sed y ya les faltaba el aliento; (Salmos 107, 5)

  • porque él sació a los que sufrían sed y colmó de bienes a los hambrientos. (Salmos 107, 9)

  • allí puso a los hambrientos, y ellos fundaron una ciudad habitable. (Salmos 107, 36)

  • hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos. El Señor libera a los cautivos, (Salmos 146, 7)

  • Por eso, así habla el Señor: ¡Mis servidores comerán y ustedes estarán hambrientos! ¡Mis servidores beberán y ustedes estarán sedientos! ¡Mis servidores se alegrarán y ustedes quedarán avergonzados! (Isaías 65, 13)

  • si dicen: ‘No, entraremos en el país de Egipto; allí no veremos guerra, no oiremos el sonido de la trompeta, ni estaremos hambrientos de pan; es allí donde queremos permanecer’, (Jeremías 42, 14)


“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina