Fundar 87 Resultados para: serás

  • En adelante serás maldito, y vivirás lejos de este suelo fértil que se ha abierto para recibir la sangre de tu hermano, que tu mano ha derramado. (Génesis 4, 11)

  • Haré de ti una gran nación y te bendeciré; voy a engrandecer tu nombre, y tú serás una bendición. (Génesis 12, 2)

  • En cuanto a ti, irás a reunirte con tus padres en paz, y serás sepultado después de una ancianidad dichosa. (Génesis 15, 15)

  • «Esta es mi alianza que voy a pactar contigo: tú serás el padre de una multitud de naciones. (Génesis 17, 4)

  • Serás forastero en esa tierra, pero yo estaré contigo y te bendeciré. Pues quiero darte a ti y a tus descendientes todas estas tierras, cumpliendo así el juramento que hice a tu padre Abrahán. (Génesis 26, 3)

  • Ahora escúchame, te voy a dar un consejo, y Dios estará contigo. Tú serás para el pueblo el representante de Dios, y le llevarás sus problemas. (Exodo 18, 19)

  • Si prestas dinero a uno de mi pueblo, al pobre, que tú conoces, no serás como el usurero, no le exigirás interés. (Exodo 22, 24)

  • Moisés le replicó: "¡Por favor, no nos dejes! Tú conoces los lugares donde tendremos que acampar en el desierto, tú serás nuestro ojo! (Números 10, 31)

  • Serás favorecido más que todos los pueblos; no habrá macho o hembra estéril entre tu gente ni en tu ganado, (Deuteronomio 7, 14)

  • Así, no se derramará sangre inocente en medio de la tierra que Yavé, tu Dios, te da en herencia; y no serás culpable de este derramamiento. (Deuteronomio 19, 10)

  • Dejará el vestido que llevaba cuando fue tomada, y quedará en tu casa durante un mes, haciendo duelo por su padre y su madre. Después te juntarás con ella y tú serás su marido y ella tu esposa. (Deuteronomio 21, 13)

  • Yavé, a su vez, te manda decir hoy que serás el pueblo que le pertenece, como él te lo tiene dicho, y tú guardarás todos sus mandamientos. (Deuteronomio 26, 18)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina