Fundar 47 Resultados para: querido

  • Todavía le quedaba uno: ése era su hijo muy querido. Lo mandó por último, pensando:«A mi hijo lo respetarán.» (Evangelio según San Marcos 12, 6)

  • ''Les tocamos la flauta y no han bailado; les cantamos canciones tristes y no han querido llorar.'' (Evangelio según San Lucas 7, 32)

  • ¡Jerusalén, Jerusalén! ¡Qué bien matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos debajo de sus alas, y tú no has querido! (Evangelio según San Lucas 13, 34)

  • El dueño de la viña se dijo entonces: ¿Qué hacer? Enviaré a mi hijo querido, pues a él lo respetarán. (Evangelio según San Lucas 20, 13)

  • Los maestros de la Ley y los jefes de los sacerdotes hubieran querido detenerlo en ese momento, pues habían entendido muy bien que esta parábola de Jesús aludía a ellos, pero tuvieron miedo de la multitud. (Evangelio según San Lucas 20, 19)

  • Los judíos hubieran querido llevarlo preso, pero nadie le puso las manos encima porque todavía no había llegado su hora. (Evangelio según San Juan 7, 30)

  • En mi primer libro, querido Teófilo, hablé de todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar. (Hecho de los Apóstoles 1, 1)

  • Saluden también a la Iglesia que se reúne en su casa. Saluden a mi querido Epéneto, el primer convertido cristiano en la provincia de Asia. (Carta a los Romanos 16, 5)

  • Saluden a Urbano, nuestro compañero de trabajo, y a mi querido amigo Estaquis. (Carta a los Romanos 16, 9)

  • Con este fin les envío a Timoteo, mi querido hijo, hombre digno de confianza en el Señor. El les recordará mis normas de vida cristiana, las mismas que enseño por todas partes y en todas las Iglesias. (1º Carta a los Corintios 4, 17)

  • Dios ha dispuesto los diversos miembros, colocando cada uno en el cuerpo como ha querido. (1º Carta a los Corintios 12, 18)

  • Si quieren noticias de mí y de lo que hago, se las dará Tíquico, nuestro hermano querido y ministro fiel en el Señor. (Carta a los Efesios 6, 21)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina