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  • y los míos trabajarán con los tuyos para preparar la gran cantidad de madera, pues la casa que yo deseo construir ha de ser grande y magnífica. (2 Crónicas 2, 8)

  • hijo de una mujer de la tribu de Dan y de padre tirio, que sabe trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, la piedra, la madera, la púrpura, el jacinto, el lino y la escarlata, y grabar toda clase de figuras; es capaz de realizar cualquier cosa que le pidas. El trabajará con sus obreros y con los de David, mi señor, tu padre. (2 Crónicas 2, 13)

  • Nosotros cortaremos en el Líbano toda la madera que necesites, y la pondremos en balsas, para llevarla por mar hasta Jope; luego la llevarás de allí a Jerusalén.» (2 Crónicas 2, 15)

  • Revistió la sala grande de madera de ciprés y la recubrió de oro fino, haciendo esculpir en ella palmas y cadenillas. (2 Crónicas 3, 5)

  • Los siervos de Hiram y los siervos de Salomón que habían traído oro de Ofir, trajeron también madera de sándalo y piedras preciosas. (2 Crónicas 9, 10)

  • Con la madera de sándalo el rey hizo pisos para la casa de Yavé y la casa del rey, cítaras y salterios para los cantores. No se había visto nunca en la tierra de Judá semejante madera. (2 Crónicas 9, 11)

  • Lo dieron a los carpinteros y obreros de la construcción para comprar piedras de cantera y madera para las vigas y la armazón de los edificios destruidos por los reyes de Judá. (2 Crónicas 34, 11)

  • Dieron dinero a los que trabajaban la piedra, a los albañiles y carpinteros. También dieron alimentos, vino y aceite a los tirios para que trajeran por mar a Yafó madera de cedro del Líbano, según la autorización de Ciro, rey de Persia. (Esdras 3, 7)

  • y se pondrán tres hileras de piedras talladas con una de madera. Los gastos serán costeados por el rey. (Esdras 6, 4)

  • y también una carta para Asaf, el cuidador de los bosques, pues necesito madera para hacer las puertas de la ciudadela, cerca del Templo, para la muralla de la ciudad y la casa en la que yo viviré.» La bondadosa mano de Dios me estaba apoyando, de tal manera que el rey me dio lo que le pedía. (Nehemías 2, 8)

  • El maestro de la Ley, Esdras, estaba de pie sobre una tarima de madera levantada para esta ocasión y junto a él, a su derecha, Matatías, Sena, Anaías, Urías, Jilquías y Maaseías, y a su izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Jasum, Jasbaddná, Zacarías y Mesul-lam. (Nehemías 8, 4)

  • Para él, el hierro es paja, y el bronce, madera podrida. (Job 41, 19)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina