6. Entre ellos había hombres, mujeres y niños; estaban las princesas reales y todas las personas que Nebuzardán, comandante de la guardia, había dejado con Godolías, hijo de Ajigam, y nieto de Safán, y, especialmente, el profeta Jeremías y Baruc, hijo de Nerías.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina