20. Estos se dieron cuenta que los suyos habían huido y su campamento había sido destruido, bastaba con ver el humo. Se atemorizaron mucho.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina