25. a quien Dios ha propuesto como propiciación para que, mediante la fe, se obtenga por su sangre el perdón de los pecados. Puso de manifiesto su justicia al pasar pacientemente por alto los pecados del pasado,





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina