34. No tendrán ya que instruirse mutuamente, diciéndose unos a otros: "¡Conoced al Señor!", pues todos me conocerán, desde el más pequeño al mayor -dice el Señor-, porque perdonaré su crimen y no me acordaré más de sus pecados.





“E’ na dor que o amor se torna mais forte.” São Padre Pio de Pietrelcina