31. los de Avá, a Nibjás y Tartac, y los de Sefarváyim quemaban a sus hijos en el fuego en honor de sus dioses, Adramélec y Anamélec.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina